Rosana y Hermelinda, dos campesinas analfabetas, reciben una carta de Pastor de quien hace meses no tienen noticias. Ansiosa por conocer la suerte de su joven marido, Hermelinda convence a la suegra para que marchen hacia la población más cercana en busca de un lector que les descifre el escrito. Corina, la vaca, enganchada a una ruinosa carreta facilitará la jornada. Tras un viaje largo y fatigoso arriban al pueblo. Allí descubren que sus habitantes han sido atacados por un grupo al margen de la ley.