Huyendo de la persecución religiosa en Alemania, la familia Leininger busca un nuevo comienzo en un país desconocido: América. Es a mediados de 1700 y las fuerzas británicas y francesas están luchando por el control de los abundantes recursos de este nuevo territorio. Forjar una granja puede ser un trabajo arduo, pero los Leininger trabajan con alegría. Luego lo impensable: en una incursión aterradora, los guerreros de Delaware secuestran a las dos jóvenes hijas de Leininger e intentan adoctrinar las en la cultura nativa. A través de su terrible experiencia, nunca pierden la esperanza y "su fe se convierte en su libertad".