Un vecino nuevo llega al edificio con una valija extraña. No recibe visitas ni habla con nadie, pero una luz relampaguea bajo su puerta. Sólo Lila conoce su secreto: ella lo espía desde su ventana y cada noche comparten el ritual. Los vecinos están asustados: ruidos misteriosos invaden el edificio. Hay que llamar al fumigador.